Causas del pie diabético
Bajo la denominación de Pie Diabético se engloba una serie de alteraciones neurológicas, vasculares, infecciosas y, en algunas ocasiones, óseas que a pesar de obedecer a mecanismos patogénicos variados, se originan sobre una condición básica común: el pie del diabético.
Las infecciones del pie son la principal causa de hospitalización del paciente diabético y conducen con frecuencia a la amputación mayor o menor.
El pie diabético se presenta del 15 al 20% de todos los diabéticos y constituye un problema de salud pública por su alta frecuencia y por sus enormes costos sanitarios y sociales generados por el elevado número de ingresos hospitalarios, las prolongadas internaciones, la demanda de atención médica, y la incapacidad laboral de los pacientes, entre otros.
El pie diabético se produce por la acción aislada o conjunta de la vasculopatía, la neuropatía periférica, las alteraciones ortopédicas y la infección. Generalmente, por infecciones severas, por úlceras y grietas que se infectan; éstas pueden ser, desde infecciones superficiales en la piel o tejido graso del dorso del pie o de los dedos, hasta infecciones más serias en hueso o problemas circulatorios, como gangrena.
Las úlceras del pie diabético son llagas o heridas abiertas que en general se producen en la planta del pie en aproximadamente el 15 por ciento de los pacientes con diabetes. Un seis por ciento de los diabéticos que presentan una úlcera en el pie, deben ser hospitalizados debido a una infección u otra complicación relacionada con la úlcera.
Estas úlceras pueden llegar a ser tan serias que en ocasiones, puede ser necesaria la amputación del miembro. En general teniendo en cuenta diversas medidas preventivas, se puede evitar la aparición de estas llagas o úlceras.
Las úlceras se forman debido a una combinación de factores, como la falta de sensibilidad en el pie, la mala circulación, deformaciones en el pie, irritación (a causa de fricción o presión) y traumatismos, así como también el tiempo que lleva padeciendo diabetes. Los pacientes que hace muchos años tienen diabetes pueden sufrir una neuropatía, la disminución o pérdida total de la sensibilidad en los pies como consecuencia de un daño nervioso provocado por la hiperglucemia (altas concentraciones de glucosa sanguínea) a lo largo de los años. El daño nervioso a menudo se produce sin dolor y de esa manera el problema puede pasar desapercibido. El podólogo puede examinar sus pies en busca de neuropatía con una herramienta simple e indolora conocida como monofilamento.
Existen diferentes tipos de gravedad para las infecciones o ulceras que se pueden formar en el pie diabético.
La “infección superficial” está limitada a la piel y el tejido celular subcutáneo, mientras que la “infección profunda” implica invasión de la fascia, del músculo, de la articulación o del hueso. Con bases clínicas, una clasificación que ha mostrado su utilidad y resulta bastante simple es la que distingue:
1. Infecciones leves, que no representan un riesgo para la extremidad: celulitis de menos de 2 cm de extensión y úlceras superficiales. Habitualmente pueden ser tratadas en un régimen ambulatorio.
2. Infecciones moderadas o graves, que representan una amenaza para la extremidad: celulitis más extensa y úlceras profundas. Habitualmente precisan ingreso hospitalario. La coexistencia de osteomielitis es frecuente.
3. Infecciones que amenazan la vida del paciente, celulitis masiva, abscesos profundos y fascitis necrosante. Se suelen asociar a toxicidad sistémica e inestabilidad metabólica. Casi siempre es necesaria la cirugía urgente.
Además una enfermedad vascular puede complicar una úlcera en el pie, al disminuir la capacidad de cicatrización del organismo y aumentar el riesgo de infección. La hiperglucemia puede disminuir la capacidad del organismo para defenderse de una posible infección e incluso retrasar la cicatrización.
Pero para tomar medidas preventivas es necesario saber cuáles son las causas de la presencia de úlceras en el pie diabético, por lo que se debe realizar un chequeo con un especialista para poder determinarlas.
Esta alteración vascular, no se presenta en los brazos, ni en las manos, sólo en las extremidades inferiores, es decir, la zona más alejada del corazón debido a la dificultad que este tiene para bombear de manera adecuada la sangre.
Es muy importante, que las personas que padecen diabetes mellitus, mantengan un control estricto de su enfermedad, ya que de esta manera su puede disminuir considerablemente el riesgo de sufrir este tipo de complicaciones.